La cita, celebrada en la ciudad rusa de Sochi, concluyó este domingo con la adopción de tres declaraciones ministeriales, las cuales preparan el terreno para la próxima cumbre, prevista para el 2026, explicó António.
Refirió que el primero de estos instrumentos retoma todas los ramas de la cooperación entre las partes, tanto a nivel económico como en cuestiones de naturaleza política; además adoptaron un documento sobre el uso pacífico del espacio y una declaración sobre seguridad de la información.
El canciller angoleño destacó que la Conferencia se convirtió en un espacio para relanzar las relaciones entre Rusia y África, donde el continente tuvo la oportunidad de poner sobre la mesa lo que realmente necesita en la búsqueda por corregir enfoques erróneos, como el paradigma de la dependencia de la exportación de materias primas.
Necesitamos transformar nuestras materias primas en el terreno y generar cadenas de valor que permitan crear empleos, desarrollarnos y desarrollar el conocimiento científico, subrayó el ministro.
Agregó que la Agenda 2063 de la Unión Africana estuvo entre las cuestiones tratadas en la Conferencia, así como asuntos como la modificación del sistema internacional, incluyendo el sistema de las Naciones Unidas, donde África debe tener una representación más adecuada a su papel en la escena mundial.
António comentó que en materia de cooperación se hizo mucho énfasis en la agricultura, por ser un sector de grandes perspectivas, teniendo en cuenta que el continente africano tiene un 60 por ciento de tierras cultivables, agua y sol, por lo que tiene un alto potencial para contribuir a la seguridad alimentaria.
En tal sentido, remarcó que Rusia tiene proyectos de llevar a sus embajadas en los países africanos personal especializado que pueda contribuir en el desarrollo de áreas como la investigación científica y la formación profesional.
Igualmente refirieron que la experiencia de una zona económica aplicada en Egipto podría extenderse a otras naciones, además de iniciativas ligadas a la producción agrícola.
Nuestro continente tiene el potencial, apuntó el canciller, precisa de conocimientos y tecnologías, cuestiones que Rusia puede ofrecer, como ocurre en materia de producción de fertilizantes, de manera que nosotros no solo podamos producir nuestros propios alimentos, sino también contribuir a la seguridad alimentaria mundial, valoró António.
El canciller destacó la reunión bilateral sostenida con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, con quien pasó revista a la cooperación bilateral y las perspectivas futuras, incluyendo algunos instrumentos jurídicos que están pendientes.
El ministro angoleño igualmente intercambió con sus pares de Burundi, Albert Shingiro, y de Etiopía, Gedion Timothewos, centradas en la agenda bilateral y regional.
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