La cuarta edición del Atlas de los Bosques, publicada en el sitio oficial de esa agrupación ambientalista, apunta que ese resultado equivale a una superficie superior a las tres mil hectáreas, y calcula la inversión en unos 16 millones de euros.
Los expertos de Legambiente enfatizan en la importancia de ese logro, debido a que la reforestación se considera como una de las acciones imprescindibles para enfrentar los efectos del cambio climático y la inestabilidad hidrogeológica que afectan a esta nación europea.
La región con más árboles plantados en el período considerado fue Trentino-Alto Adigio, al norte del país, donde se sembraron 637 mil, y también se destacan los resultados en Piamonte, Basílica y Apulia, en gran medida gracias al financiamiento con fondos del Decreto Climático y del Programa Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR).
Giorgio Zampetti, director general de Legambiente, destacó que “con esta nueva edición del Atlas de los Bosques, hemos creado una imagen significativa de las intervenciones de plantación de árboles llevadas a cabo en Italia y ofrecemos un análisis de los beneficios que se derivan de ellas”.
De hecho, una evaluación del impacto positivo de la reforestación que se presenta en ese documento, muestra que con la mitigación de fenómenos climáticos extremos y la regulación de la calidad del aire y del suelo se aportaron más de dos mil 200 euros por hectárea en ese año.
También resultó significativo el impacto sobre el turismo sostenible y las actividades culturales, así como el beneficio derivado de la disponibilidad de la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas forestales para las generaciones futuras, que se calculan en unos 640 y en más dos mil 300 euros por hectárea, respectivamente.
Es importante elevar en Italia los esfuerzos para la plantación de árboles, ya que “queremos ciudades más bellas y respirables, pero también más resilientes a los efectos, cada vez más impactantes, de la crisis climática”, agregó Zampetti al dar a conocer este informe.
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