Un análisis de especialistas del Banco de Italia, indica que estas cifras están ligadas a la prevista jubilación, hasta 2032, de casi 27 mil médicos, así como de 24 mil enfermeras y el mismo número de otros trabajadores de la salud, a lo que se añade la necesidad de reforzar la asistencia sanitaria nacional.
Un factor que complica la situación es el envejecimiento de los especialistas, pues a fines de 2022 el 26 por ciento de los galenos italianos tenían más de 60 años, porcentaje que se eleva hasta los 34 puntos porcentuales en la zona meridional del país.
Este fenómeno es particularmente grave para los médicos generales y pediatras, donde la proporción de profesionales mayores de 60 años alcanza el 40 por ciento a nivel nacional y los 45 puntos porcentuales en las regiones del sur.
Francesco Maria Chelli, presidente del Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), apuntó recientemente, en una audiencia parlamentaria, que el envejecimiento del personal representa una cuestión crítica para el sector de la salud, “ante el futuro aumento de la demanda de atención, debido a la dinámica demográfica”.
Para intentar abordar la escasez de trabajadores sanitarios, el gobierno prevé algunas medidas urgentes, entre ellas la aprobación en el presupuesto de 2025 de mil 300 millones de euros para el sistema de salud, cifra que aumentará hasta los cinco mil millones a partir de 2026, cuando se acelerarán las nuevas contrataciones.
Mientras tanto, para paliar este problema, se estableció la posibilidad de que los médicos próximos a la jubilación sigan trabajando, así como el aumento de las asignaciones para los trabajadores y especialistas de las salas de urgencia ,y la desgravación fiscal de parte de los salario, agrega la fuente.
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