La cifra representa un dramático aumento frente a los 25 millones de personas que necesitan asistencia en la actualidad, según confirmaron el Programa Mundial de Alimentos, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y el Fondo para la Infancia. En una declaración conjunta, las tres agencias advirtieron que se trata de índices nunca antes vistos en ese país africano.
Sin embargo, una evaluación reciente aseguró que se necesita apoyo inmediato para evitar un posible desastre alimentario y nutricional.
Entre otras causas, el análisis consideró alarmante el aumento de tres dígitos en los precios de los alimentos, las consecuencias de inundaciones devastadoras y 15 años de insurgencia en el noreste.
Según predicciones de organismo, Nigeria enfrentaría una crisis de hambre monumental para la segunda mitad de 2025, particularmente en los estados nororientales de Borno, Adamawa y Yobe, donde viven unos cinco millones de personas que enfrentan inseguridad alimentaria aguda.
A la par, se reportan nuevos focos de hambre en los estados de Zamfara, Katsina y Sokoto.
Otros datos aseguran que 5,4 millones de niños y 800 mil mujeres embarazadas y lactantes se enfrentarían a la amenaza de la desnutrición aguda o la emaciación (bajo peso para la altura).
Mientras, 1,8 millones de niños podrían sufrir desnutrición aguda grave y podrían requerir un tratamiento nutricional crítico.
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