No hay problemas con su salud y sus tareas oficiales no están viéndose afectadas, aseguró el portavoz gubernamental, Yoshimasa Hayashi, durante una rueda de prensa.
Además, ratificó que el mandatario partirá este miércoles rumbo a América Latina para participar en las cumbres del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) y el G20.
El hecho que ha motivado consternación popular ocurrió el 11 de noviembre, cuando el Parlamento votaba por el máximo cargo del gobierno en la nación.
Hayashi explicó públicamente la víspera que el experimentado político -de 67 años de edad- había tomado medicamentos para un resfriado, pero no sufre de problemas graves de salud como sugirieron algunos, tras ver el video del dirigente dormido que transmitió cadena nacional Nippon Television.
El revuelo en torno al hecho creció en las redes sociales y los comentarios fueron de los más diversos tipos pues, al decir de muchos, se trataba de una sesión de trabajo decisiva para el futuro del país.
“Qué vergüenza”, exclamaron algunos ciudadanos en X, en tanto otros solicitaron la dimisión de Ishiba.
El actual líder del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) de Japón fue electo primer ministro del país en segunda vuelta de votación del Parlamento nipón (Dieta), aunque su coalición obtuvo el peor resultado de los últimos 15 años en las elecciones legislativas del 27 de octubre.
Una serie de escándalos político-financieros por problemas graves de corrupción mellaron la popularidad de la principal fuerza política en la nación asiática, pues ha regido en Japón casi sin interrupción desde 1955, gracias a controlar durante décadas ambas cámaras del Parlamento.
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