El anuncio se da en medio de una situación de catástrofe en esa región del noroeste del país, donde se calcula existen actualmente más de 150 mil personas damnificadas por las fuertes lluvias, o sea una cifra que supera a las 37 mil 500 familias en 27 de los 31 municipios del territorio.
“Para aliviar las afectaciones del invierno de los pobladores en las zonas donde está vigente el paro armado, se autoriza un corredor humanitario desde el día 13 de noviembre, para que puedan llegar las ayudas humanitarias”, difundió el frente de guerra occidental de la guerrilla en un comunicado.
El grupo armado dictaminó que las embarcaciones deberán portar banderas o identificaciones visibles de las instituciones que representan y que llevan ayudas humanitarias con el fin de evitar incidentes y ratificó que no permitirá la movilidad en horas de la noche.
Apuntó además que el paro armado se mantendrá de manera indefinida por la presencia paramilitar del Clan del Golfo.
No obstante la decisión de la fuerza insurgente, la defensora del Pueblo Iris Marín, consideró que el ELN debe levantar completamente el paro armado que mantiene desde el pasado sábado para que las comunidades puedan retornar a su vida sin confinamientos.
Según señaló la funcionaria, en la zona rural de Istmina y Medio San Juan los colegios están cerrados, hay riesgo de enfermedades respiratorias, necesidad de atención en salud y hay desabastecimiento allí, pues desde finales de la semana pasada dejaron de entrar víveres.
Por su parte, el coronel Harrynton Melo, comandante de la Décima Quinta Brigada del Ejército Nacional, consideró que el paro armado que decretó el ELN deja a más de siete mil personas afectadas.
Declaró a W Radio que la fuerza insurgente decreta tales decisiones como estrategias para desarrollar sus movimientos nocturnos.
ro/ifs
