El paro, según reportes radiales, fue total en las regiones sureñas de Cusco, Puno y en esta hubo bloqueos de vías, el más importante la que da acceso a Bolivia, y en decenas de poblaciones hubo marchas de transportistas, maestrios y otras organizacione sociales.
Las protestas tuvieron un carácter vehemente, pero pacífico que en Lima contrastó con la fuerte seguridad policial, reforzada por cinco mil 600 soldados con armamento y arreos de combate y que resguardaron las principales vías con armas y arreos de combate, asó como carros blindados.
El despliegue se debe principalmente a la posibilidad de que las protestas afecten a la reunión del Foro de Cooperación Económica Económica Asia-Pacífico (APEC) que congrega a cerca de una veintena de jefes de Estado que comenzaron a llegar ayer.
Los manifestantes se concentraron en diversos puntos de la periferia de la ciudad y marcharon pacíficamente, lanzando arengas contra el gobierno y exigiéndole mayor seguridad frente al desborde de la delincuencia y los asesinatos por sicariatos al servicio de organizaciones dedicadas a la extorsión.
Una de las columnas logró avanzar hasta las cercanías del Centro de Convenciones de Lima, donde se realizan desde el lunes último las reuniones preparatorias de la cumbre a iniciarse mañana.
Al llegar los marchistas a la zona de exclusión vigilada en torno a la sede, una compacta barrera de policías que instalaron rejas desmontables, les cerró el paso, sin que se registren incidentes.
En algunas ciudades del interior hubo también cierre de mercados, cuyos comerciantes figuran entre las frecuentes víctimas de la criminalidad, y dueños de pequeñas bodegas.
Los manifestantes demandan la nulidad de una serie de leyes aprobadas por el impopular Congreso -con más de 80 por ciento de desaprobación, según las encuestas- que, según críticos del Legislativo buscan evitar juicios a decenas de parlamentarios bajo acusaciones de corrupción y otros cargos.
En regiones como Áncash y el norte de la región de Lima se registraron bloqueos de carreteras y en Piura, en el extremo norte del país, agricultores, por otro motivo, cerraron la importante carretera Panamericana reclamando se le suministre agua para sus cultivos, ante la llamada crisis hídrica de ese territorio.
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