El tercer reporte nacional de la entidad sobre el tema concluyó que en 2,2 por ciento de las familias uruguayos la inseguridad alimentaria es de carácter grave.
Para el INE la persona o familia entra en esa definición cuando “no tiene dinero o recursos suficientes para llevar una dieta saludable; tiene incertidumbre acerca de la capacidad de obtener alimentos; y probablemente se saltó una comida o se quedó sin alimentos ocasionalmente”.
La grave es cuando el sujeto “se quedó sin alimentos; estuvo todo un día sin comer varias veces al año”, por lo cual es una medición muy vinculada a la pobreza.
El informe también indica que en el interior del país prevalece aún más este fenómeno ya que la moderada o grave alcanza el 14,8 por ciento y la grave el 2,1, mientras que en Montevideo son, respectivamente, 12,1 por ciento y 1,6.
Para el ministro de Desarrollo Social, Alejandro Sciarra, hubo una baja en la inseguridad alimentaria a nivel nacional y significó el «impacto directo del Programa de Alimentación llevado a cabo por esa cartera en el último año.
Sciarra no pudo argumentar por qué el incremento de esa desigualdad en el interior del país.
“No se tiene una explicación concreta. Puede ser por una cuestión de aumento del desempleo en algunos de esos departamentos», apuntó.
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