El informe, del cual se han hecho eco varios medios de prensa de esta nación sudamericana, insta al gobierno ecuatoriano a garantizar un trato humano y digno a Glas, quien se encuentra en la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.
Edwards señaló que su situación puede ser «potencialmente mortal» y solicitó al Ejecutivo liderado por Daniel Noboa que el exvicemandatario sea tratado con humanidad y dignidad.
“Los informes sugieren que el señor Glas fue sometido a dislocaciones de pulgares, laceraciones en las muñecas por el uso excesivo de esposas y contusiones y hematomas en brazos, muslos y tórax, lo que indica palizas físicas”, agregó la relatora.
Señaló que Glas estaría hasta 23 horas al día en una pequeña celda sin higiene, sin ventanas, iluminada algunas pocas horas por la noche y sin contacto social significativo, “condiciones que no cumplen con los estándares internacionales”.
También se refirió al asalto a la embajada de México en Quito, para detener al exvicegobernante como un atentado contra el derecho internacional.
Glas, considerado uno de los símbolos de la persecución judicial o “lawfare” en Ecuador, recibió de forma temporal la prelibertad en noviembre de 2022 luego de la unificación de dos penas de cárcel de seis y ocho años por los casos Odebrecht y Sobornos, sin embargo, la medida fue revocada.
A inicios de este año, la justicia ordenó su captura por presunto peculado en el caso denominado Reconstrucción de Manabí, que investiga una supuesta malversación en obras públicas tras el terremoto de 2016.
Estuvo en la sede diplomática mexicana en Quito desde diciembre de 2023 hasta el 5 de abril de este año, día en que los uniformados ecuatorianos entraron de forma violenta sin autorización para capturarlo por orden de Noboa.
El pasado 6 de agosto, el Gobierno ecuatoriano reiteró su posición de que no es lícita la concesión de asilo diplomático a Glas y que no le otorgará un salvoconducto para que salga del país.
La defensa de Glas presentó diversos recursos ante la justicia nacional que fueron rechazados, aún cuando alega que no recibe atención médica adecuada para sus dolencias físicas y psicológicas e incluso intentó suicidarse.
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