Desde el inicio del actual ciclo de violencia, octubre de 2023, al menos 16 de ellos fueron deportados de diversas formas, tras ser arrestados en ese territorio, destacó el rotativo israelí.
El número de detenciones basadas en acusaciones falsas está en aumento, en un intento de presionarlos para que se vayan, explicó al periódico la abogada Michele Pomerantz, quien representó a varios.
La publicación consideró que “la situación no es sorprendente dada la naturaleza de quienes toman las decisiones en el gobierno (israelí), pero sí es preocupante”.
El aumento en el número de casos de deportación no es accidental, sino más bien producto de una política declarada por el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, que se está implementando sobre el terreno a través de una estrecha cooperación entre el Ejército, la Policía y la Autoridad de Población e Inmigración, subrayó.
Conocido por sus posturas antiárabes, Ben Gvir es un declarado defensor de la expansión de las colonias judías en Cisjordania, política condenada por la comunidad internacional.
Al mismo tiempo, el Comité Parlamentario para Asuntos de Seguridad y Salud Ocupacional de la Knesset (Parlamento), encabezado por Zvi Sukkot (del partido de Ben Gvir), está ejerciendo presión a través de una extensa investigación sobre el tema, apuntó Haaretz.
El diario precisó que en los últimos meses el comité celebró al menos cinco debates sobre el tema y a ellos fueron invitados altos mandos del Ejército y la Policía.
Según Sukkot, representantes militares informaron durante las discusiones que los soldados recibieron instrucciones de fotografiar a los activistas y sus pasaportes y entregárselos a los agentes del orden.
Resaltó que 30 activistas extranjeros fueron investigados desde principios de este año.
La mayoría de los deportados fueron interrogados bajo sospecha de cometer violaciones menores, como contacto con uniformados, y violar la orden de no visitar una zona militar cerrada, apuntó.
Sin embargo, agregó, otros sufrieron acusaciones más graves, incluida el apoyo a una organización terrorista, como las autoridades israelíes tildan a numerosas instituciones palestinas de diversos campos, incluidas políticas, culturales y ong (organizaciones no gubernamentales).
Si bien algunos activistas no fueron deportados oficialmente, la policía en realidad los obligó a irse, reteniendo sus pasaportes hasta que presentaran un boleto de avión, detalló la publicación.
En las últimas décadas, numerosos partidarios de la causa palestina pagaron con sus vidas su posición.
El 31 de mayo de 2010, tropas israelíes mataron a 10 turcos e hirieron a 56 personas que viajaban a bordo del barco Mavi Marmara, que transportaba hacia la Franja de Gaza a 750 activistas de los derechos humanos de 37 países.
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