Por tal motivo, la entidad suspendió las visitas al Palacio Imperial de Tokio hasta el próximo martes y expresó condolencias.
La princesa se encontraba ingresada en el Hospital Internacional San Luis, en esta capital, luego que su salud sufriera un gran deterioro a lo largo de este año, pues en marzo le dio un derrame cerebral y una neumonía.
Desde entonces, pese a los tratamientos, las funciones cardíaca y renal de Yuriko comenzaron a menguar y su estado de salud empeoró.
Mediante el perfil personal en la red social X, el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, dijo sentirse profundamente entristecido y expuso que, como miembro de la Familia Imperial, la princesa contribuyó a una amplia gama de campos, como la medicina, la cultura, el deporte y la cooperación internacional.
De manera puntual, reconoció su participación a lo largo de años en proyectos sobre maternidad y crianza de niños, y resaltó una estrecha relación con el pueblo de Japón.
Yuriko estuvo casada 75 años con el príncipe Mikasa, fallecido en 2016, que era hermano menor del emperador Hirohito y tío del actual emperador, Naruhito, y se le considera el miembro de la familia imperial que alcanzó la edad más avanzada desde la era Meiji, cuyo comienzo se sitúa a finales del siglo XIX.
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