La población ofreció homenajes en varios lugares del país, incluso afuera del Hospital Internacional San Luis, donde había estado hospitalizada desde marzo último, y cerca de su residencia en la finca Akasaka.
Vivió una época turbulenta y contribuyó en gran medida a las actividades caritativas como miembro de la familia imperial. Es verdaderamente triste, declaró en uno de los lugares de vigilia Yasuo Fujioka, ejecutivo de 61 años.
Una mujer de 83 años que también estaba visitando el hospital describió su admiración por la difunta princesa, diciendo: «Siempre parecía refinada y hermosa cuando la veía.
La princesa Yuriko se unió a la familia imperial cuando se casó con el príncipe Mikasa, el hermano menor del emperador Hirohito, conocido póstumamente como el emperador Showa, en 1941.
Un empleado de oficina de 54 años que vive cerca de la finca Akasaka destacó las largas vidas de la princesa Yuriko y su difunto esposo, el príncipe Mikasa, quien murió en 2016 a los 100 años.
Ambos vivieron vidas largas y plenas juntos. Espero que ahora puedan descansar en paz, señaló.
Mediante el perfil personal en la red social X, el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, dijo sentirse profundamente entristecido y expuso que, como miembro de la Familia Imperial, la princesa contribuyó a una amplia gama de campos, como la medicina, la cultura, el deporte y la cooperación internacional.
La princesa había estado hospitalizada desde marzo debido a un derrame cerebral y una neumonía por aspiración.
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