En el reporte Alto a los subsidios nocivos para el medio ambiente, publicado este viernes en el sitio oficial de esa organización, se señala que en 2023, a pesar de la disminución de los recursos dedicados a la emergencia energética, el país gastó 78,7 mil millones de euros en subvenciones nocivas para el medio ambiente.
Esos fondos, que equivalen al 3,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, se destinaron a actividades, obras y proyectos relacionados, directa e indirectamente, con los combustibles fósiles.
En los últimos 13 años, esos subsidios costaron a Italia 383,4 mil millones de euros, precisa el documento, en el que Legambiente pide al Gobierno “que aproveche la oportunidad que brinda la Ley de Presupuesto 2025 para eliminar de inmediato parte de los subsidios”.
Los expertos ambientalistas aseveran que, como alternativa a los combustibles fósiles, “deben dirigirse los recursos hacia las fuentes de energía renovables, a las redes, el almacenamiento y la eficiencia energética”.
A modo de ejemplo, apuntan que las subvenciones para el sector de la energía y transporte ascendieron a 84 mil millones en dos años, de ellos 33 mil millones en 2023, para un total de 50 intervenciones, y si se hubiera invertido una cuarta parte en energías renovables, se habrían sumado 13,3 gigavatios (GW) de nueva potencia instalada.
Luego de una evaluación de 119 partidas de subvención, la asociación estima que hasta 25,9 mil millones de euros de los 78,7 gastados en 2023 pueden eliminarse y remodularse antes del año 2030, y demandan al gobierno italiano en la Ley de Presupuesto de 2025 realice ajustes para avanzar.
Katiuscia Hero, especialista de Legambiente, aseveró en tal sentido que, para enfrentar la crisis climática y energética “se debe necesariamente emprender un camino de medidas estructurales que vayan en la dirección de ayuda y apoyo a las familias, a las empresas y al propio sistema país”.
Hero negó que sea cierto lo declarado por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, durante su intervención en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP 29), de que no haya alternativa, pues “ésta ya existe”.
Se trata de “desviar recursos lo antes posible hacia la innovación y la eficiencia energética» así como “simplicar los procesos de autorización, para lograr en 2023 la cobertura del 91 por ciento de fuentes renovables en el sector eléctrico, y del 100 por ciento para 2035”, añadió la experta.
Como parte de sus acciones para exigir esos cambios, ese grupo ecologista convocó a una movilización para las 15:00 hora local del próximo 16 de noviembre, en la Plaza Vittorio, de Roma, sobre el Orgullo Climático, con un acto a nivel nacional y una marcha a la que se sumaran otras 50 asociaciones y movimientos, agrega la fuente.
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