Las estadísticas reflejan un incremento preocupante en las incautaciones de drogas y en los delitos asociados al tráfico, que han pasado de ser episodios aislados a convertirse en una rutina en las comunidades más vulnerables, sostiene la publicación.
Señala la creciente demanda de drogas en el país, especialmente entre los jóvenes.
La normalización del consumo de cannabis, aunque controlada por la ley, ha abierto la puerta a un mercado más amplio, donde el acceso a otras sustancias ilegales se ha vuelto más fácil, asegura.
«El éxtasis, la cocaína y las nuevas drogas sintéticas han encontrado un nicho en el mercado uruguayo, alimentando una cultura de consumo que, si bien ha sido impulsada por la liberalización de ciertas políticas, no ha sido acompañada por una educación y prevención adecuadas», refiere.
Acota que el microtráfico impacta en las comunidades más desfavorecidas, donde las bandas han crecido en poder, recursos y control en los barrios.
Este fenómeno no solo afecta la seguridad de los residentes, quienes viven con miedo y desconfianza, sino que también erosiona las estructuras sociales, alimentando la violencia y la desesperanza, dice La R.
Consigna que las autoridades han respondido a esta crisis con una combinación de políticas de seguridad, «pero muchos critican que estas medidas son insuficientes y, en algunos casos, contraproducentes».
La militarización de la seguridad pública y el enfoque en la represión del consumo han demostrado ser estrategias fallidas, opina el medio en su edición digital.
Y concluye que en lugar de abordar las raíces del problema, estas políticas tienden a exacerbar la violencia y a crear un ciclo de criminalización que atrapa a los más vulnerables.
El combate al narcotráfico resulta uno de los temas de la actual campaña electoral.
Los candidatos a la presidencia, Yamandú Orsi por el opositor Frente Amplio, y Álvaro Delgado por la coalición de gobierno, se referirán al asunto en el debate que los confrontará esta noche en radio y televisión.
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