El 16 de noviembre, en muchas regiones cerca de la frontera y hasta en el interior del país, fueron lanzadas octavillas y baratijas por las escorias de Corea del Sur, señaló la vicejefa del Departamento de Comunicación y Propaganda del Comité Central del Partido del Trabajo, Kim Yo Jong.
En una declaración que reproduce la agencia estatal de noticias ACNC, la influyente hermana del líder de la RPDC, Kim Jong Un, indicó que los servicios de seguridad nacionales acordonaron las zonas donde cayeron los globos e iniciaron su búsqueda y destrucción.
Condenamos categóricamente el sucio y despreciable acto de los tipejos de la República de Corea, que cometieron otra vez la provocación de enviar materiales de agitación subversiva contra la RPDC desoyendo nuestras repetidas advertencias.
La funcionaria apuntó que “la indignación del pueblo llegó a su límite” y subrayó que “los culpables de esa vergonzosa provocación pagarán un alto precio”.
El pasado 10 de mayo, una veintena de globos procedentes de Corea del Sur irrumpieron en el espacio aéreo de la RPDC con unos 300 mil panfletos con llamados a desestabilizar el Estado y contenidos insultantes al máximo dirigente del país.
Esa es una práctica de años que el sistema de justicia surcoreano no ha impedido so pretexto de la democracia y la libertad de expresión.
Unos días después del primer incidente, Kim Yo Jong, dijo que la RPDC respondería a cada uno de esos actos “de la misma manera y en una cantidad multiplicada”, advertencia que después se cumplió.
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