En par de mensajes divulgados en su red social X, el mandatario reflexionó acerca de los acercamientos del Ejecutivo con los diferentes grupos armados que operan en la nación y describió el panorama que considera prima con cada uno de ellos.
Comentó que en el mundo ya crecen fuertes relaciones de producción postcapitalistas sin necesidad de guerras.
“El postcapitalismo no se decreta, se hace. Me parece que, en lo concreto para el presente, cada acuerdo debe llevar al avance en la práctica de lo acordado. Implementar el proceso de paz desde ya. Ese es un cambio de método”, refirió.
En lo que se refiere al Clan del Golfo, que es un diálogo por comenzar, según planteó, es fundamental parar los estímulos al éxodo de migrantes a los Estados Unidos.
“Se rompen todos los derechos humanos de los migrantes, sobre todo en niños y mujeres, mientras quienes tiene el poder en Estados Unidos no nos quieren, nos creen inferiores y sirvientes. No se pueden llevar seres humanos latinoamericanos al matadero”, sentenció.
Remarcó entonces que todos los diálogos deben comenzar con la transformación real de regiones concretas acordadas bilateral o multilateralmente para iniciar su transformación de lo ilícito a lo lícito y al poder popular.
Se cuestionó luego cómo lograr transformar una región olvidada y dejada a las mafias extranjeras en otra profundamente democrática en manos de su propia ciudadanía.
Planteó en este punto que el cambio de rutas de la cocaína desde Estados Unidos hacia los enormes mercados de China e India, implican un involucramiento real de estos últimos dos países en la transformación real de las economías del pacífico colombiano y ecuatoriano.
“Invito a China e India a un diálogo entre civilizaciones para frenar un enorme peligro, que no se frena con armas, sino con progreso”.
En un segundo mensaje expuso que en los grupos residuales de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo, dígase en el Estado Mayor Central y la Segundo Marquetalia, prevalecen profundas divisiones.
“Esas fracturas se dan alrededor de si hacer la paz con este gobierno o profundizar la acción bélica que cada vez más se dirige al traqueteo (tráfico ilegal de drogas) y contra el pueblo mismo de las regiones del conflicto en Colombia”, expresó.
Consideró que dicha división en los grupos armados es un avance en la paz, que solo se logra con el cambio y la transformación real de los territorios abandonados de Colombia.
“Insistiré en la paz, no sin ser claro en que quienes no aceptan el camino de bajar las armas y ponerlas al servicio del pueblo, serán doblegados por la fuerza pública de la Constitución”, enfatizó.
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