Su población varía entre 180 y 200 habitantes, la mayoría con más de 55 años de edad. Pero tiene una escuela, plaza central, iglesia, comisaría, policlínica y local comunitario que llaman El Club de Abuelos, escenario de actividades sociales.
La economía local gira en torno a la agricultura y el comercio minorista, con un supermercado que también funge como parador.
Lo de Chafalote viene del arroyo cuyas aguas lo bañan. Tiene la forma de un pez de igual nombre.
La localidad, que celebró sus 110 años, destaca no solo por su tradición e historia, sino también por su vibrante escena artística, que distingue una colorida galería al aire libre.
Desde su entrada ya se descubre la impronta del arte como atractivo para los visitantes.
La transformación artística de 19 de Abril comenzó con el «Proyecto de Teresa», nombrado a partir de una artista plástica foránea que se enamoró de los atardeceres del poblado y quiso dejar constancia.
Entonces, se pintaron más de una veintena de murales, con temas que van desde la historia del último farolero del pueblo hasta representaciones de oficios tradicionales y la fauna local.
Uno de los murales característicos plasma un molino de viento, que recuerda la época cuando los habitantes iban a buscar el vital líquido a la plaza.
Todos esos murales se pintaron durante la pandemia de la covid-19, con ayuda de personas de otros lares y el apoyo de los habitantes.
Luego vino el proyecto Chafaloarte, impulsado por el pintor Ignacio Zuloaga, con el propósito de reivindicar el nombre original de la localidad. Entonces paredes, muros y fachadas de casas se convirtieron en atriles de obras pictóricas.
Más de 30 artistas, incluidos escultores y hacedores de mosaicos, unieron talento y esfuerzo para colorear el paisaje que hoy distingue a este pequeño poblado rural del departamento de Rocha, en el este de Uruguay.
(Tomado de Orbe)