De estos vehículos aéreos no tripulados, 45 fueron interceptados en la región de Briansk, seis en la de Kursk, tres en la de Bélgorod, igual cantidad en la de Tula y dos en la de Moscú, precisó el ente castrense que calificó estos ataques de terroristas.
El mes pasado el Reino Unido y Países Bajos, miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), prometieron entregar nuevos lotes de drones a Ucrania.
Durante los últimos meses se intensificaron las agresiones de Kiev con esos aparatos contra refinerías de petróleo y depósitos de combustible en Rusia, en primer término en las provincias fronterizas pero también en zonas más remotas.
El territorio de Crimea, que en 2014 se separó de Ucrania para reincorporarse a Rusia, es uno de los blancos predilectos para ataques e intentos de sabotaje por parte del Ejército ucraniano desde que Rusia comenzó su operación militar especial en 2022.
También las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera.
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