Los castigos también incluirían a instalaciones de energética, la infraestructura de producción de hidrocarburos, las fábricas de la industria atómica, además de deportistas, activistas religiosos y funcionarios de la ONU de la nación euroasiática, declaró el canciller magiar al asistir a una reunión ministerial de la UE en Bruselas.
Al parecer, a los colegas europeos les resulta muy difícil deshacerse de viejas ideas y ahora preparan un nuevo paquete de restricciones contra Rusia, señaló.
Varios estados europeos quieren sangre y hablan de sanciones contra el sector energético, el transporte de petróleo o del gas natural y la industria atómica de Rusia, subrayó el funcionario húngaro.
Medios de prensa locales destacan que, tras el boicot aplicado por la UE a la compra de hidrocarburos (llegado por mar) de Rusia, se produjo un efecto bumerán en Europa, con un alza de los energéticos y registros históricos de inflación, como ocurrió en Alemania.
Algunos proponen iniciativas desquiciadas como la de someter a sanciones a deportistas, clubes deportivos, clérigos y funcionarios rusos en la ONU, denunció Szijjártó, citado por el canal de televisión M1.
Tal y como ocurrió en la discusión del anterior paquete de sanciones, Hungría de ninguna forma permitirá medidas punitivas que puedan entrar en contradicción con los intereses de este estado, su seguridad energética y nacional, advirtió el Canciller.
Hungría logró acuerdos exclusivos para dejar fuera de restricciones aplicadas por la UE lo relacionado con el suministro de gas y petróleo rusos y defendió que tampoco se aplicara en el caso de la central atómica Paksh-2, construida por la empresa rusa Rosatom.
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