«¡¡¡CIERTO!!!», escribió Trump en respuesta a una publicación en las redes sociales, según destacan este lunes medios de prensa como ABC News.
El futuro Presidente 47 anticipó durante su campaña electoral que comenzaría las deportaciones masivas tan pronto como asuma el cargo, lo cual debe ocurrir el 20 de enero de 2025.
«El primer día, lanzaré el programa de deportación más grande en la historia estadounidense para sacar a los criminales», advirtió Trump en octubre en un mitin celebrado en el Madison Square Garden de Nueva York.
«Rescataré cada ciudad y pueblo que haya sido invadido y conquistado, y pondremos a estos criminales viciosos y sedientos de sangre en la cárcel, luego los echaremos de nuestro país lo más rápido posible», dijo entonces.
Para cumplir sus planes, el también Presidente 45 (2017-2021) ya designó para su segunda administración a varios partidarios muy leales y de línea dura en materia de inmigración.
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, fue elegida para secretaria de Seguridad Nacional, pero deberá aprobarla el Senado, y su “zar de la frontera» será Tom Homan, quien ocupará la responsabilidad de director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Homan, que desempeñó esa posición como director interino en el anterior gobierno del republicano, expresó en su momento total acuerdo con la idea de Trump incluso no descartó que para cumplir el objetivo haya que deportar a familias juntas.
A lo largo de su campaña, Trump prometió además movilizar a la Guardia Nacional para ayudar con el esfuerzo de deportación y hasta sugirió alguna vez el despliegue de tropas extranjeras en la frontera entre Estados Unidos y México, de acuerdo con el reporte de ABC News.
Al menos 11 millones de inmigrantes viven en Estados Unidos sin estatus migratorio legal.
La deportación masiva que quiere Trump podría no solo costar miles de millones de dólares, sino que tendría también un impacto directo en la economía del país que se sustenta en la mano de obra inmigrante.
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