Se trata de la causa que investiga el traslado ilegal del militante del Movimiento de Liberación Nacional, Tupamaro, Antonio Viana, desde Buenos Aires a Montevideo en abril de 1974.
Los militares retirados fueron procesados con prisión por los delitos de privación de libertad, abuso de autoridad contra detenidos y lesiones, en calidad de coautores, tal como había pedido la fiscalía especializada en Crímenes de Lesa Humanidad.
Viana fue detenido en Buenos Aires el 21 de febrero de 1974 en su domicilio, junto a su pareja, Estela Angela Barboza, y el hijo de ella, David Rowinsky, de 14 años.
El operativo estuvo coordinado entre la Policía Federal argentina y los militares uruguayos. En dependencias de la Policía Federal, Viana fue sometido a interrogatorios bajo tormentos por los uniformados de su país.
El 5 de abril fueron llevados a la fuerza al vuelo 158 de Pluna y al llegar al aeropuerto de Carrasco detenidos por personal de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII), mientras que el niño fue entregado a un familiar.
Buzó y Silvera trasladaron a la víctima al Batallón de Infantería 12 en la ciudad de Rocha. Tras ser torturado sistemáticamente, Viana fue procesado por la Justicia militar, en octubre de 1974, y recluido en el Penal de Libertad hasta el 22 de diciembre de 1980.
Viana denunció constantes golpes de puño y culatazos. Al arribar al batallón lo arrastraron de los pelos y torturaron física y psicológicamente.
Refirió sesiones de plantones con las piernas y brazos abiertos durante días, submarino, choques eléctricos con picana, golpizas y violencia sexual, así como lesiones que le dificultaron comer y beber agua, informó el medio digital La Diaria.
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