«Zurabishvili es una persona que está bajo influencia, y tiene patrocinadores, y lo que le dicen, lo hace. Cuando eres un agente, no tienes otra opción: haces lo que te dicen. No tienes ni siquiera el derecho a hacer preguntas», declaró Kaladze al canal de televisión Imedi 2.
El 26 de octubre se celebraron elecciones parlamentarias en Georgia. Según los datos definitivos de la Comisión Electoral Central, el partido gobernante Sueño Georgiano—Georgia Democrática ganó con el 53,93 por ciento de los votos y obtuvo 89 de los 150 escaños de la legislatura.
Cuatro partidos de la oposición superaron la barrera del cinco por ciento: Coalición por el Cambio con 19 escaños (11,03 de los votos); Unidad-Movimiento Nacional, 16 escaños (10,17); Georgia Fuerte, 14 escaños (8,81), Gajaria por Georgia, 12 escaños (7,78 por ciento de los votos).
Todos los partidos de la oposición que pasaron al Parlamento se negaron a reconocer los resultados de las elecciones por considerarlos amañados. Los líderes de la oposición llevan celebrando protestas desde el 4 de noviembre.
Igualmente la mandataria Zurabishvili no reconoció los resultados y llamó a manifestarse en las calles.
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