Según remarcaron, las medidas ponen en riesgo la vida de pacientes oncológicos, exacerba la crisis en salud mental y apunta directamente contra los centros destinados a la atención de niños.
Indicaron que el recorte presupuestario destinado a las provincias trae consigo impagos, cierre de hospitales y despidos que afectan servicios como fisiatría, emergencias, neumonología, clínica médica, kinesiología, enfermería, biología molecular aplicada al tratamiento de cáncer, radiología y hemoterapia.
De acuerdo con datos oficiales, el Ministerio de Salud de Argentina tiene asignado 1,75 por ciento del Producto Interno Bruto y, hasta octubre del año en curso, solo ejecuta el 62,2 por ciento de esos fondos.
El 70 por ciento de los médicos y profesionales de la salud vinculados a instituciones del Estado tienen salarios que los ubican por debajo del umbral de pobreza.
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