“Repudiamos estos agónicos estertores de quienes han destruido el Mundo”, expresó el mensaje del Ejecutivo sandinista firmado por el presidente Daniel Ortega y la vicemandataria Rosario Murillo.
El texto señaló que Nicaragua es incansablemente hermana del pueblo de Simón Bolívar con quien se unen en todos los tiempos y circunstancias, “abrazando las mismas causas nobles y combatiendo en triunfos que forjamos todos juntos”.
Añadió que los pueblos que conocen y condenan al imperio y que ven en ese afán infernal de más guerra y terrorismo su declive y su fin, se declaran unidos en vigilia permanente, “ante la nueva infamia de los imperialistas de la tierra y el atrevimiento de tocar a Bolívar con sus manos inmundas”.
El comunicado afirmó que batallan juntos por los derechos Inalienables de soberanía, respeto y reconocimiento de plena independencia.
Concluyó con un fragmento del Manifiesto de San Albino escrito por el general de hombres libres Augusto C. Sandino en 1927.
“Al reto del invasor cobarde y de los traidores de mi Patria, contesto con mi grito de combate y mi pecho y el de mis soldados formarán murallas donde se lleguen a estrellar legiones de los enemigos de Nicaragua”.
“Podrá morir el último de mis Soldados, que son los Soldados de la Libertad de Nicaragua, pero antes, más de un batallón de los vuestros, invasor rubio, habrán mordido el polvo de mis agrestes montañas”.
“Venid, gleba de morfinómanos; venid a asesinarnos en nuestra propia Tierra, que yo os espero a pie firme al frente de mis Patriotas Soldados, sin importarme el número de vosotros”.
“Pero tened presente que cuando esto suceda, la destrucción de vuestra grandeza trepidará en el capitolio de Washington, enrojeciendo con vuestra sangre la esfera blanca que corona vuestra famosa White House, antro donde maquináis vuestros crímenes”.
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