Desde la Estación Espacial Tiangong, la tripulación de la misión Shenzhou-19 rindió homenaje a las generaciones de pioneros que impulsaron este avance histórico.
Shenzhou-1 despegó el 20 de noviembre de 1999 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan y, tras 21 horas en órbita, regresó con éxito a la región de Siziwang, en Mongolia Interior.
Este logro representó un avance clave para la exploración espacial de China, que en pocos años logró lo que a otros países les tomó décadas.
En un mensaje grabado desde el espacio, Cai Xuzhe, comandante de la misión Shenzhou-19, destacó que aquel primer lanzamiento fue «el paso inicial para convertir los sueños en realidad, sentando las bases del histórico avance hacia la conquista del espacio por parte de la nación china».
A lo largo de 25 años, el programa espacial logró desde vuelos no tripulados hasta misiones de larga duración en su estación espacial.
«Una generación tras otra de trabajadores espaciales han enfrentado desafíos con confianza y dedicación, elevando a nuevas alturas el sueño espacial chino», señaló Song Lingdong, el primer astronauta varón nacido en los años 90.
Por su parte, Wang Haoze, la primera ingeniera de vuelo espacial china, subrayó la responsabilidad de las nuevas generaciones.
«Como astronautas de la nueva era, debemos preservar el legado de nuestros predecesores, asumir el deber de fortalecer nuestra nación y continuar ascendiendo desde los logros alcanzados», dijo.
El lanzamiento de Shenzhou-1 marcó un momento crucial en la historia aeroespacial de China, un legado que se expandió con 33 misiones tripuladas, incluyendo la más reciente Shenzhou-19, que despegó el 30 de octubre de 2024 con tres astronautas a bordo.
Los tripulantes de Shenzhou-19 expresaron su gratitud a todos aquellos que contribuyeron al desarrollo del programa espacial chino.
«Rendimos homenaje a quienes ofrecieron su juventud, pasión e incluso sus vidas por esta causa», enfatizó la tripulación.
Entre los hitos de la carrera espacial de Beijing se encuentran el rover que llegó a la parte oculta de la Luna y la construcción de la estación Tiangong o Palacio Celestial.
Además, el gigante asiático lanza de manera constante satélites con objetivos variados desde la teledetección, servicios comerciales, comunicaciones, meteorología hasta las investigaciones.
Recientemente la sonda Chang’e-6 aterrizó de forma exitosa en China con muestras de la cara oculta de la Luna por primera ocasión en la historia de la humanidad.
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