Actualmente reúne a más de 250 personas en la ciudad y ofrece una alternativa a la «oscuridad» que enfrenta la sociedad, tanto en términos emocionales como prácticos, a decir en entrevista exclusiva con Prensa Latina su organizador Freddy Núñez.
“El teatro se ve como un medio para la catarsis y la construcción de un país mejor”, dijo tras enfatizar en la importancia de involucrar a los jóvenes y estudiantes de las artes en el Festival para asegurar el relevo generacional y mantener vivo el movimiento cultural en Cuba.
“Cuando faltan tantas cosas, cuando hay tantas carencias, invertir en el teatro, invertir en la cultura, es muy difícil. Yo siempre digo que para este país perder la cultura sería muy duro, porque la cultura nos identifica y nos defiende”, argumentó.
El también director de Teatro del Viento, reflexionó sobre la idea del teatro como “uno de esos muros de contención primero, donde la gente hace catarsis y donde la gente dice lo que piensa, pero también donde la gente sueña un país”.
La presencia de grandes del arte de las tablas de la nación como Verónica Lynn o Fernando Echevarría, hacen de este espacio uno de los más trascendentes de la cultura del país, a pesar de su suspensión desde 2018.
“Que la gente vaya al teatro para ver algo tan artesanal, tan elemental en el buen sentido de la palabra, los actores, el olor del teatro , y apostar por la cultura en estos tiempos, porque frente a colonización cultural, cultura, frente al mal tiempo, cultura”, expresó el dramaturgo.
La formación y participación de nuevos talentos es clave para el futuro del teatro y, por ende, del bienestar espiritual de la nación, es por ello que dentro del Festival se abre una línea expedita para involucrar a los jóvenes en especial a los de la enseñanza artística.
“Nosotros pensamos que a veces los eventos artísticos que tienen ciertos niveles para los consagrados, y nos olvidamos que los consagrados pasado mañana no estamos por un problema de relevo generacional”.
“Este Festival se ha pensado especialmente para llegar a los adolescentes, a los jóvenes, y sobre todo al sistema de la enseñanza artística en formación, que es quien van a sustituirnos en algún momento”.
Toda una infraestructura para garantizar la participación de más de 250 artistas se diseñó en la XIX edición del Festival de Teatro de Camagüey.
El evento ha facilitado que el Centro Histórico patrimonial se vista de gala, aunque a su vez las actuaciones están programadas para comunidades apartadas e instituciones educativas.
“Esa es la única forma de sostener un movimiento teatral, y por extensión, un movimiento cultural, que al final tributa al bienestar espiritual de la nación, que es la esencia de todo esto”, culminó Núñez en la entrevista sobre un encuentro que caracteriza al movimiento artístico de Cuba.
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