Al intervenir en la habitual conferencia de la mandataria Claudia Sheinbaum, el director general de la Comisión Nacional del Agua, Efraín Morales, mencionó, entre las acciones emprendidas, la revisión del uso y aprovechamiento de todos los títulos de concesión.
“Estamos identificando aquellos que no están siendo utilizados, con la finalidad de que ese volumen se reincorpore a la disponibilidad nacional”, explicó el funcionario, quien aludió asimismo a la creación del Registro Nacional de Agua para el Bienestar, una base única de datos.
Además, aludió a la promoción de reformas a la Ley de aguas nacionales en lo relativo a transmisiones, cambios de uso y cuotas de garantía, para “terminar con cualquier tipo de especulacion o mercado alterno”, así como la expedición de la nueva normativa general del recurso.
Entre 2024 y 2030, la Comisión, en coordinación con la Secretaría de Agricultura, prevé tecnificar una cifra superior a las 200 mil hectáreas de riego, con lo cual se alcanzará un uso más eficiente del líquido en el campo que beneficiará a 225 mil productores.
También impulsará proyectos estratégicos para incrementar la dotación de agua potable en las zonas de mayor estrés hídrico, entre estos los que contemplan la presa El Novillo en La Paz, Baja California Sur; la Desaladora de Rosarito, en Baja California, y el sistema de presas para Hermosillo, Sonora.
Sobresalen, igualmente, iniciativas como el Acuaférico de Campeche, las obras de protección contra inundaciones en el estado de Tabasco; un plan integral para Acapulco, Guerrero, golpeado por fenómenos naturales, y otro para la zona metropolitana del Valle de México.
De acuerdo con Morales, uno de los objetivos centrales del plan reside en sanear los ríos, especialmente los tres más contaminados (Lerma-Santiago, Atoyac y Tula), con acciones como la eliminación de descargas contaminantes, la reforestación y la rehabilitación y construcción de plantas de tratamiento y colectores. Solo en 2025, refirió, el gobierno invertirá 20 mil millones de pesos (unos 980 millones de dólares) aproximadamente en proyectos vinculados al agua.
“El agua deja de verse como una mercancía y se reconoce como un derecho. Esa es una de las esencias del Plan Nacional Hídrico. Se deja atrás la visión neoliberal. Ya había iniciado con el (ex) presidente (Andrés Manuel) López Obrador, pero le vamos a dar un impulso mayor”, aseveró Sheinbaum.
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