El informe de investigación de 884 páginas fue enviado al Supremo Tribunal Federal (STF).
Con la acusación, la PF, que incluyó entre los inculpados al exgeneral Walter Braga Neto, exministro de Defensa (2021-2022), señaló que salió a la luz que los crímenes de los inquiridos habrían sido cometido a partir del conjunto de elementos reunidos durante la pesquisa.
Por primera vez, Bolsonaro, un presidente electo en el período democrático, es acusado de ser responsable de conspirar contra la democracia en el país.
El documento intenta contactar con la defensa del exmandatario, Braga Netto y el timonel del Partido Liberal, Valdemar Costa Neto.
Las investigaciones demuestran que los acusados se estructuraron por división de tareas. Esto habría permitido la «individualización de las conductas y la constatación de la existencia de grupos», según la PF.
Entre los grupos está el de desinformación y ataques al sistema electoral, y otro responsable de «incitar a militares a que se unan al golpe de Estado».
Asimismo, hay un núcleo jurídico, el operativo de apoyo a las acciones golpistas, el de inteligencia paralela y el también de operaciones para cumplimiento de medidas coercitivas.
El siguiente paso es que el STF envíe el informe a la Procuraduría General de la República.
La Fiscalía analizaría todo lo que agrupado por la PF y decidir si denuncia o no a los implicados.
Se espera que el fiscal general, Paulo Gonet, no presente la denuncia hasta el año próximo.
Lo anterior se debe a la gran cantidad de información de la investigación y la complejidad del caso.
El grupo de peritos policiales aglutinó mensajes de celular, videos, grabaciones, testimonios de la delación premiada del teniente coronel, Mauro Cid, exayudante de órdenes de Bolsonaro, y un conjunto de documentos.
Igualmente, la PF recuperó diálogos con contenido golpista y escuchó informes que confirman la confidencia de Cid.
Comandantes del Ejército y de la Aeronáutica en el Gobierno de Bolsonaro (2019-2022) afirmaron a la PF que el político ultraderechista llegó a presentarles el proyecto golpista.
Solo el entonces comandante de la Marina, Almir Garnier, habría indicado que apoyaría la iniciativa.
La trama incluía un plan de asesinato de Lula, el vice Gerardo Alckmin y el ministro Alexander de Moraes, del STF.
Tal estrategia se encontró en el disco duro del general de la reserva Mario Fernandes, uno de los cinco arrestados el martes por la PF en una operación enfocada en el intento de eliminar a políticos.
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