La jueza Aida M. Delgado-Colón, del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para Puerto Rico, emitió sendas condenas el 14 de noviembre contra Simón De la Cruz Paredes, de 56 años, y hoy a Saúl Enrique José De la Cruz, de 39 años.
De la Cruz Paredes deberá cumplir 24 meses de prisión seguidos de dos años de libertad supervisada, y José De la Cruz una pena similar.
Según las denuncias judiciales, los dominicanos pasaron meses recolectando anguilas juveniles (Anguilla rostrata), también conocidas como anguilas de cristal, en los ríos alrededor de Levittown, en el municipio de Toa Baja al norte de Puerto Rico.
Una vez capturadas las anguilas, las mantuvieron vivas con un sistema de oxigenación mientras construían un barco para viajar de regreso a República Dominicana.
El 21 de febrero, ambos hombres salieron de Puerto Rico con destino al vecino país en una embarcación que contenía 30 kilogramos de gulas, una pistola y 850 cartuchos de munición, con la intención de vender las anguilas en República Dominicana, luego de lo cual se enviarían a Asia.
La Guardia Costera de Estados Unidos los interceptó a unas 40 millas náuticas de la costa de Puerto Rico.
Paredes y De la Cruz se declararon previamente culpables de contrabando de anguilas y tráfico de vida silvestre ilegal, y De la Cruz, además, de no detener la embarcación cuando la Guardia Costera se lo ordenó.
Según los documentos judiciales, las anguilas alcanzarían un valor sobre el millón de dólares una vez criadas hasta la edad adulta.
“El tráfico ilegal de vida silvestre amenaza la supervivencia de muchas especies en peligro de extinción”, dijo el fiscal federal W. Stephen Muldrow, para el Distrito de Puerto Rico.
Aseguro que la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos ha convertido en una prioridad proteger los recursos naturales.
La anguila americana es una especie de pez originaria del este de Estados Unidos y el Caribe.
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