Tras los aplausos del público y las consignas que se escucharon en solidaridad con Nicaragua, Cuba, Venezuela y Palestina en la Sala 2 del centro cultural, el embajador del país centroamericano, Elías Chévez, ofreció declaraciones a Prensa Latina.
“El trabajo del padre Miguel D’Escoto al frente de la Asamblea General de Naciones Unidas en el lapso 2008-2009 fue una de las muchas tareas que cumplió por orientaciones de nuestro presidente, Daniel Ortega, en las que puso cuerpo y alma, como demuestra la obra de Salinas”, afirmó el diplomático.
Recordó que en el documental resalta el apoyo del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, a quien visitó en La Habana para dialogar sobre la realidad del mundo e incorporar esas ideas en su discurso final en la ONU.
Agregó que también está presente su relación con el presidente venezolano Hugo Chávez y su apoyo al depuesto mandatario progresista de Honduras Manuel Zelaya.
“O sea, en el documental de 83 minutos está presente su cercana vinculación con los más importantes líderes del progresismo en nuestro continente”, dijo a esta agencia de noticias.
Chévez significó que la cinta tiene el inmenso valor de registrar en una hora y 23 minutos qué sucedió durante todo un año detrás de la escena de la ONU, una institución a la que ningún otro funcionario diplomático dio acceso antes, y que D’Escoto no temió en mostrar en toda su realidad.
Mencionó como algo curioso que todo el mundo antecede su nombre con el título de “padre”, pese a que estuvo suspendido de oficiar como sacerdote desde 1985 por el papa Juan Pablo II hasta que en agosto de 2014 lo restituyó Francisco, y eso fue debido a su participación en el gobierno sandinista y por su actividad política.
“Sin embargo, ninguna sanción quebró la fe de quien ocupó el cargo de canciller de Nicaragua desde 1979 hasta 1990 -acotó el embajador-, su afán de justicia, que le sentó fama de problemático, como señala el título del documental”.
Mencionó como una proeza inolvidable del padre D’Escoto cuando en 1984 presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) una demanda contra Estados Unidos por apoyar las agresiones militares y paramilitares de la contrarrevolución contra su país, y el tribunal falló a favor de Nicaragua.
Significó el embajador que el entonces canciller tuvo un valor enorme y provocó que Estados Unidos, por primera vez, se negara a reconocer la jurisdicción de la CIJ, con lo cual quedó desenmascarado su doble discurso.
En referencia al quehacer de D’Escoto desde la presidencia de la Asamblea General de la ONU con su liderazgo entre 2008 y 2009, insistió en que no tiene precedentes en la historia.
“Al ver este documental y analizar los problemas que enfrenta el mundo actual y que él buscó debatir y resolver, nos damos cuenta de que sigue vivo, como uno de los héroes de la revolución internacional», opinó.
“Falleció el 8 de junio de 2017 en Managua, sin embargo, continúa siendo uno de los herederos de Augusto César Sandino que, bajo la conducción de nuestro mandatario, Daniel Ortega, y de la vicepresidenta, Rosario Murillo, continúan en la lucha diaria por la felicidad de nuestro pueblo”, concluyó Chévez.
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