La muestra incluyó manualidades y productos de arabescos, pedrería, lanas, dibujos y costura, además de materiales de mobiliaria producidos por los prisioneros en los dos talleres abiertos de reciclaje y carpintería.
En declaraciones a la prensa, el director de la prisión, el general de brigada Issa Youssef, afirmó que esta actividad se ha convertido en una tradición anual y en un incentivo moral, además de ofrecer una oportunidad a los confinados a comercializar sus creaciones artísticas.
La exposición de este año se distinguió por la calidad, diversidad y belleza de las artesanías, aseguró el oficial.
A su vez, el director de la junta directiva de la Asociación de Atención a Prisioneros, Samer Al-Daher, destacó que a los presos se les brinda apoyo profesional durante todo el año, y se atienden sus diversas necesidades de materias primas.
Hay varios talleres en la prisión y recientemente hemos establecido una carpintería para producir diversos tipos de muebles y artículos de decoración para el hogar, explicó.
Mientras la mayor Heba Hassan, del Departamento de Rehabilitación, Orientación y Bienestar Social de la Prisión de Homs, consideró este evento anual como un vínculo entre los reclusos y el mundo exterior.
Muchos prisioneros aprenden profesiones y luego transmiten su experiencia al resto de los detenidos, lo cual los prepara para ganarse la vida cuando sean puestos en libertad, aseguró la oficial.
Siria comenzó desde 2014 a implementar un proyecto encaminado a fomentar la cultura en sus cárceles mediante centros y cursos de formación profesional, artesanal y artística, en una experiencia considerada la primera de su tipo en la historia de esta nación árabe, según afirman las autoridades.
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