“Las atrocidades, el agotamiento creciente y las duras condiciones llevan a muchos soldados al límite”, afirmó el rotativo.
Según el periódico, la menos un tercio de los discapacitados sufre trastorno de estrés postraumático. Esto es solo el comienzo, cuando el trueno de los cañones se apague, el alcance del colapso mental quedará claro, subrayó.
La publicación afirmó que la cifra de suicidios es parcial, porque las Fuerzas de Defensa se niegan a divulgar datos oficiales hasta finalizar el año.
Estamos viendo el comienzo de un aumento en el número de soldados que solicitan asistencia psicológica, incluso en clínicas de salud mental, reconoció un alto mando castrense.
Se trata de una situación que no se recuerda en las guerras de Israel, apuntó Yedioth Ahronoth.
ro/rob