Según el comunicado de las autoridades rusas, la medida, que estará en vigor durante seis meses, se toma con el objetivo de aumentar la capacidad de carga de las plantas de refinación del país.
Durante el periodo de restricciones, no se permitirá la exportación de desechos y chatarra de metales preciosos o metales recubiertos con metales preciosos ni de otros residuos que contengan estos materiales o sus compuestos.
También se prohibirá la exportación de desechos y chatarra de productos eléctricos y electrónicos, utilizados principalmente para la extracción de metales preciosos, con el fin de proteger el mercado interno.
Sin embargo, el gobierno aclaró que esta prohibición no afectará la exportación de antimonio catódico en lingotes ni de muestras extraídas de lotes de desechos y chatarra por parte de empresas de refinación.
Las muestras exportadas no deben exceder los 500 gramos por partida comercial, sin importar el número de partidas bajo un contrato de comercio exterior.
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