Durante la jornada de este sábado el ejército ucraniano perdió además dos vehículos de infantería, un Marder de fabricación alemana y un CV-90 de fabricación sueca, dos blindados de combate, 25 vehículos, tres cañones de artillería, ocho morteros y dos estaciones de guerra electrónica, precisa la nota.
Desde el inicio de la incursión en Kursk en agosto pasado, Ucrania sufrió la baja de más de 35 mil 50 soldados durante los combates.
Kiev también perdió durante este periodo 215 tanques, 149 vehículos de infantería, 120 blindados de transporte de tropas, mil 192 blindados de combate, mil 17 vehículos, 300 piezas de artillería, 40 lanzacohetes múltiples, incluidos 11 Himars y seis MLRS de fabricación estadounidense.
Además, Rusia destruyó 13 lanzadores de sistemas de misiles antiaéreos, siete vehículos de transporte carga, 70 estaciones REB, 13 radares contrabatería, cuatro radares de defensa aérea, 27 unidades de ingeniería y otros equipos.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos, según el presidente, Vladimir Putin, son proteger a la población de «un genocidio por parte del gobierno de Kiev».
Además pretende atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacia el este.
El pasado 6 de agosto, las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la provincia de Kursk y ocuparon varias áreas, y desde el día 9 de ese mismo mes, la región vive una situación de emergencia a nivel federal.
Putin prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.
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