Los samuráis japoneses, vigentes monarcas, fabricaron un racimo de cuatro anotaciones en el mismo capítulo de apertura para tomar una ventaja que no perdieron en el resto del choque y les permitió extender su racha ganadora en eventos internacionales a 27 partidos.
Un cuadrangular solitario de Itsuki Murabayashi, un doble de Shota Morishita que remolcó dos carreras y un elevado de sacrificio se combinaron para la producción del paquete, todo a la cuenta del abridor y derrotado Po-Ching Chen.
Tres rayitas más en el quinto acto, dos de ellas impulsadas por triple de Kotaro Kiyomiya ante un envío del tercer relevista Chun-Lin Kuo, aumentaron la diferencia ante unos rivales renuentes a entregar banderas, que también movieron los maderos.
Doblete de Song-En Tseng en el tercer episodio, sencillo de Li Lin en el quinto y otro biangular de Chih-Cheng Chiu en el sexto empujaron carreras para que los taiwaneses se mantuvieran al acecho durante los dos primeros tercios de juego.
Pero los de la Tierra del Sol Naciente no guardaron nada para mañana y pisaron dos veces más la goma del plato en el sexto apartado, gracias a una conexión de dos bases de Ryosuke Tatsumi que terminó de hacer humo las esperanzas de sus contrarios y enalteció a sus fieles en los graderíos.
Tatsuya Shimizu lanzó una entrada inmaculada para acreditarse el triunfo y recibió el apoyo de Koki Kitayama, que aunque permitió dos anotaciones trabajó tres capítulos con seis ponches propinados para detener el ímpetu de sus adversarios.
A la hora de recoger los bates, con Rikuto Yokoyama en el montículo, An-Ko Lin desapareció la esférica para maquillar el marcador.
Este domingo a las 19:00, hora local, los dos equipos se volverán a enfrentar por la corona del torneo donde acudieron los 12 países mejor ranqueados del mundo, al concluir en los dos primeros puestos en la superronda.
En esa misma jornada Venezuela y Estados Unidos discutirán la medalla de bronce.
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