Esa entidad nació a inicios de este año con el sello Sebiosan (Semilla Biotecnología Sancti Spíritus) al desaparecer la anterior estructura de Unidad Empresarial, manteniendo la estrategia de productora y comercializadora se semillas.
Prensa Latina conoció que se mantiene asociada a la única Empresa Productora y Comercializadora de Semillas que dirige esta actividad nacional.
Especialistas de Sebiosan explicaron que el hecho de entrar en el sistema de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) ofreció facultades de aprobar la plantilla, los salarios y repartir utilidades, entre otras.
Argumentó Orestes Ramírez, su director, que se mantienen las ejecuciones básicas de garantizar la semilla para las campañas de siembra de distintos cultivos en la provincia y también a nivel de país, aportando así al balance nacional.
Esto ofrece buenas ventas e ingresos, no tener cuentas por cobrar ni por pagar y mantener en orden los indicadores económicos y contar con divisa, soporte para adquirir recursos que no llegan al país por el injusto bloqueo de los Estados Unidos.
Entre las formas de adquisición de la semilla están las contrataciones con los productores privados y del sector campesino, se le ofertan los insumos con garantía de comprarle la materia prima que nuestros técnicos convierten en simiente.
Al comentar de las producciones actuales, Ramírez ratificó que se sustentan con nuevas ventajas, con mucha más eficiencia y calidad y gracias a los resultados económicos se pagan salarios superiores a los 10 mil pesos mensuales.
Esto es el resultado de asimilar los requerimientos de la nueva gestión laboral como Mipyme que exige indicadores superiores y mantener la comercialización de semillas genéticas de alta calidad.
Las ventas se ofertan por el listado de la Empresa Nacional de Semillas sin tener que acudir a métodos tradicionales, con lo cual benefician a los productores y cumplen con los requerimientos de los nuevos tiempos.
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