En una declaración de ese colectivo, enviada Prensa Latina, se señala que la medida representa una violación fragante del Ejecutivo en materia de autodeterminación de los pueblos y subraya la solidaridad inquebrantable con los hermanos saharauis y la liberación de los territorios ocupados por Marruecos.
El pasado 21 de noviembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá emitió un comunicado en el que señala que la decisión de romper vínculos con el país norafricano se adoptaba dentro del marco de las normas internacionales y en alineación con los intereses nacionales y principios de política exterior.
El texto indicaba además el compromiso de Panamá con los valores del multilateralismo y expresaba su apoyo a los esfuerzos liderados por las Naciones Unidas para alcanzar una solución pacífica, justa y duradera al conflicto del Sahara Occidental.
Sin embargo, para las agrupaciones fraternales con el pueblo saharaui es otra respuesta del Gobierno del país istmeño en línea con Estados Unidos que respalda a Rabat en el conflicto del Sahara Occidental.
También señalan como contradictoria la idea expresada de que de Panamá, en su carácter de nación mediadora, mantiene su disposición de fomentar el diálogo y la cooperación internacional, procurando contribuir al fortalecimiento de la paz y la seguridad global; cuando en realidad lo que hace es romper nexos con la RASD.
En septiembre último, el Gobierno de la RASD emitió un comunicado para rechazar “en los términos más enérgicos las posiciones de intransigencia, rechazo y arrogancia, contenidas en el discurso del primer ministro del Estado ocupante marroquí ante la actual sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU)”.
Afirma el documento que esa posición demuestra una vez más que el Estado ocupante marroquí no tiene ninguna voluntad política para avanzar hacia una solución justa y duradera para la descolonización del Sahara Occidental.
Según el texto, el Gobierno de la RASD reafirma que el plan africano de arreglo de la ONU fue aceptado por las dos partes en conflicto, el Frente Polisario y Marruecos, en agosto de 1988.
Añade que ese entendimiento lo aprobó por unanimidad el Consejo de Seguridad en sus resoluciones 658 (1990) y 690 (1991), y sigue siendo la única solución práctica y realista basada en la compatibilidad para la cuestión de la descolonización del Sahara Occidental.
Concluye el mensaje con la afirmación de que al mismo tiempo, el Gobierno de la RASD reafirma la firme determinación de su pueblo de continuar la lucha nacional por todos los medios legítimos, incluida la lucha armada, hasta alcanzar sus objetivos no negociables de libertad, independencia y extensión de la soberanía en todo el territorio de la República Saharaui.
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