La normativa introduce dos modificaciones fundamentales y la primera de ellas es la liberación de trámites para la autogeneración de energía destinada al consumo propio.
Esto significa que cualquier persona natural o jurídica podrá generar energía limpia para su uso exclusivo sin necesidad de tramitar autorizaciones o cumplir requisitos adicionales, lo cual suprime obstáculos que anteriormente dificultaban el aprovechamiento de alternativas como la solar o eólica en sectores residenciales e industriales.
También se creó la figura de la autogeneración remota, un modelo que permite a los autogeneradores utilizar el Sistema Interconectado Nacional (SIN) para consumir la energía que producen en lugares distintos a los de su generación.
Esta opción facilita asimismo la inyección de excedentes en diversos puntos de la red, lo que optimiza el uso de los recursos energéticos y fortalece la confiabilidad del sistema eléctrico.
De acuerdo con la fuente, la normatividad previa restringía a los autogeneradores y productores marginales de abastecer su consumo de energía a través de fuentes de generación obtenida en los sitios distintos al de consumo.
Lo anterior, detalló la nota ministerial, limitaba el aprovechamiento de las fuentes renovables que pueden ser desarrolladas en zonas favorables para la producción de energía y dificultaba la integración de las alternativas amigables con el medio ambiente en el sector productivo.
Estas modificaciones normativas abren las puertas para la nueva industria verde que diversificará la economía del país, acotó además el texto.
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