Investigadores, expertos y colaboradores del CIEM se dieron cita en el Hotel Nacional de Cuba para intercambiar sobre el actual panorama mundial.
La primera ponencia Estados Unidos en el comercio mundial: rivalidades y tensiones estuvo a cargo del investigador del CIEM, Jonathan Quirós, quien refirió que el comercio es una de las áreas que refleja el declive relativo hegemónico de esa nación del norte.
Aunque remarcó continúa siendo el mayor comerciante mundial.
Abordó las diferencias de las relaciones comerciales establecidas durante las administraciones de Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden, en sus formas de presión contra China.
Quirós acotó que también se aprecian cambios en patrones geográficos del comercio mundial como la acumulación de barreras comerciales desde 2018 y las crecientes tensiones geopoliticas con reflejos en algunas de las principales economías del mundo.
Ejemplificó cómo mientras Estados Unidos-China redujeron su interdependencia comercial directa, los Estados Unidos-Unión Europea la aumentaron.
Al tiempo que hubo un incremento del comercio de China con Rusia y México.
Por su parte, la subdirectora del CIEM, Jourdy James, dirigió el debate hacia la Unión Europea (UE): la integración y las crisis en el presente siglo. Avances y costos.
James mencionó que entre los avances comunitarios se encuentran el incremento del comercio intrarregional; y el aumento de políticas comunes agrícola, monetaria y en armonización fiscal.
Acompañado por la creación de un mercado y moneda única, ampliación hasta 27 miembros, así como nuevos candidatos: Ucrania, Moldavia, Albania, Montenegro, Macedonia del Norte y Turkiye.
Pero en medio de ello, a lo interno, existen costos como la brecha Norte-Sur o diferentes tipos de países en su interior; así como las crecientes disparidades regionales entre y dentro de las naciones, acotó la experta.
También se aprecian bajos ritmos de crecimiento económico de manera tendencial.
Al referirse a la crisis geopolítica del conflicto en Ucrania desde 2022, explicó que la situación bélica reveló un conjunto de debilidades de la integración comunitaria.
Entre ellas, la elevada vulnerabilidad geopolítica por la alta dependencia de combustibles fósiles importados, por ejemplo el gas y petróleo rusos.
La posible transformación de la UE en un actor internacional menos autónomo, al menos en materia de seguridad; reducción de las divisiones intracomunitarias en materia de migración y energía, enumeró.
También, dijo, se observa una mayor solidaridad fiscal probablemente a través de otro intento de mutualización selectiva de la deuda.
En tanto, el investigador Mariano Bullón abordó La integración en América Latina y el Caribe, un repaso histórico y actual a la situación regional.
A juicio de Bullón, en estos momento en el área no hay complementariedad pero si asimetrías económicas.
Existe falta de consenso político, entre los que resaltan la secuencia, necesidad interés, motivación, acción, unido a diferentes signos políticos de gobierno.
Alternancia de ciclos político-económicos, la injerencia extranjera y en consecuencia el estancamiento y bajo nivel de efectividad de los procesos.
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