En un comunicado divulgado por su portavoz, el titular del organismo se mostró esperanzado de que el acuerdo pueda poner fin a la violencia, la destrucción y el sufrimiento para los pueblos de ambos países.
Guterres instó a las partes a respetar plenamente y aplicar todos los compromisos asumidos.
Asimismo, reconoció la importancia de que se adopten medidas inmediatas para la aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que puso fin en 2006 al conflicto entre ambas naciones.
Por su parte, la coordinadora Especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, calificó el acuerdo como el punto de partida de un proceso fundamental, basado en la plena aplicación de la resolución 1701, para restablecer la protección y la seguridad que merecen los civiles de ambos lados de la Línea Azul.
“Queda mucho trabajo por delante para garantizar que el acuerdo perdure. Se requiere nada menos que el compromiso pleno e inquebrantable de ambas partes”, dijo en una nota de prensa.
Hennis-Plasschaert pidió medidas concretas en ese sentido al reconocer que no es suficiente con aplicar “sólo algunas disposiciones de la resolución 1701” mientras se hace caso omiso de otras.
“Ninguna de las partes puede permitirse otro período de aplicación engañosa bajo el pretexto de una aparente calma”, insistió.
De acuerdo con reportes de prensa, Israel y Hezbolá aceptaron este lunes un acuerdo negociado por Estados Unidos y Francia.
Lo firmado requiere que las tropas israelíes se retiren del sur del Líbano y que el ejército del Líbano se despliegue en la región, mientras que Hezbolá pondrá fin a su presencia armada a lo largo de la frontera al sur del río Litani.
Según el presidente norteamericano, Joe Biden, el plan fue diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció una “respuesta enérgica” en caso de cualquier violación por Hezbolá.
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