Rivero sostuvo que luego del éxito de la apertura al mercado estadounidense hace dos años, se suman estas dos naciones, lo cual obedece al trabajo colectivo dirigido al fomento de la producción nacional y el robustecimiento del campo y la ganadería.
Señaló que esta expansión constituye una muestra de la autosuficiencia alimentaria, genera divisas para el país y proyecta una ganadería más competitiva a nivel global.
Para Rivero, el retorno al mercado estadounidense significó un antes y un después para la exportación de carne dominicana, tras décadas de limitaciones por infracciones en estándares de salubridad.
El asesor del Gobierno en materia agropecuaria recordó que el gobierno de los Estados Unidos aprobó en abril de 2022 la venta de carne cruda y derivados de ganado desde Santo Domingo y precisó que en dos años las exportaciones ascienden a 14 millones de dólares.
Comentó que unos seis mataderos funcionan bajo severas normas de calidad supervisadas por el Servicio de Inspección e Inocuidad de los Alimentos del Departamento de Agricultura del país norteño.
Manifestó que que el ingreso al mercado de El Salvador y la reciente aprobación para exportar a Guyana representan avances en la diversificación comercial, que demandan de los productores locales un mayor compromiso y preparación para cumplir con las exigencias internacionales.
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