De acuerdo con el representante del bloque Lealtad a la Resistencia en el Parlamento, «Líbano es un país para todos; lo construiremos juntos, reconstruiremos lo que ha sido destruido y resolveremos todos los problemas mediante el diálogo».
En valoración de Al-Hajj Hassan, la ecuación del ejército, el pueblo y la Resistencia seguirá siendo válida, y las apuestas del enemigo y sus aliados por un nuevo Medio Oriente fracasarán.
A criterio del legislador, la firmeza nacional se impuso, al igual que la cohesión entre el ejército, el pueblo y la Resistencia para frustar los objetivos del ente israelí.
En declaraciones al canal panárabe Al Mayadeen, el también miembro de Lealtad a la Resistencia, Ibrahim al-Moussawi, hizo hincapié en el fracaso de la agresión israelí, que prometió aplastar a Hizbulah y finalmente se vio obligada a implorar un alto al fuego.
Para el parlamentario, la Resistencia mantuvo firmemente su posición, al asegurar que cualquier retorno de los colonos al norte de Israel solo se produciría mediante negociaciones indirectas y después de la entrada del alto al fuego.
Al-Moussawi expresó su gratitud al público libanés por su inquebrantable apoyo en todas las regiones, sectas y afiliaciones, así como a los medios de comunicación, por su papel en la amplificación de la voz de la Resistencia.
En medio de la destrucción y la pérdida de familiares, el pueblo de Líbano volvió a levantar este 27 de noviembre la bandera de la Resistencia y la Libertad, como mismo sucedió en las victorias del 2000 y 2006.
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