Los líderes de comunidades originarias procedentes de los municipios de Marsella, Mistrató, Pueblo Rico y Pereira, en el centro-occidente del país, llegaron a esta capital demandando dialogar con funcionarios ministeriales en busca de la aplicación de medidas promuevan el desarrollo sostenible y el respeto a la autonomía de sus pueblos.
Los representantes indígenas exigen la adquisición de cinco mil hectáreas de tierra para la ampliación de resguardos, la constitución de nuevos territorios y la legalización de los existentes.
Requieren asimismo el fortalecimiento de su gobernanza y justicia propia, incluyendo financiación para proyectos económicos que promuevan la autonomía.
En otra de sus solicitudes reclaman la construcción de puestos de salud, la edificación de tres mil160 nuevas viviendas culturalmente adaptadas y el mejoramiento de otras dos mil 500 para garantizar condiciones dignas.
También incluyeron en su pliego que se les dote de aulas escolares y que se implementen programas de enseñanza en lengua indígena.
Las comunidades solicitan además la construcción de 600 kilómetros de vías, el mantenimiento de caminos, financiación de proyectos agrícolas tradicionales y la preservación de su cultura.
Buscan igualmente que se apliquen esquemas de protección adaptados a su contexto ante los riesgos existentes en materia de seguridad.
Autoridades de Bogotá estiman que más de dos mil indígenas emberá acampan actualmente en una zona destinada al parqueo de la ANT y del Ministerio de Educación por cuenta de su protesta.
Según los pronunciamientos de los representantes del CRIR, el cumplimiento de las demandas de los pueblos originarios no solo responde a una deuda histórica, sino que es esencial para garantizar su pervivencia cultural, territorial y social en el marco de la paz y la justicia.
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