Durante su visita al municipio de Lívingston, Izaba, la rúbrica se concretó para retomar las propuestas y planteamientos de esta comunidad como compromisos en el marco de los procesos de diálogo territorial con los distintos pueblos de Guatemala.
Además, para dar cumplimiento a derechos históricamente negados y promover esfuerzos en contra del racismo y la discriminación para incorporar la visión garífuna a las prioridades del Gobierno y construir caminos para una nueva democracia, agregó la Agencia Guatemalteca de Noticias.
La iniciativa contempla aspectos relacionados con la economía, educación, derechos, salud, infraestructura, cultura y tradiciones, medio ambiente, territorio, bienes y recursos naturales.
La población Garífuna de Livingston esta construida por 53 comunidades, 45 aldeas, cuatro fincas y cuatro caseríos en donde la actividad más importante es la pesquería.
Este pueblo tiene un conjunto de indicadores culturales muy bien definidos, dentro de los cuales destaca su idioma, indumentaria, música, baile y gastronomía.
Desde sus primeros años en la costa Caribe se dedicaron al cultivo de la yuca para la elaboración de pan.
Cada 26 de noviembre el pueblo garífuna celebra su día con el ritual de Yurumein (la patria anhelada, San Vicente), donde se recrea el arribo de sus ancestros a tierras centroamericanas.
Actualmente, su población se calcula en unos 200 mil habitantes, pero muchos han emigrado desde Lívingston a la capital o a Estados Unidos, donde a pesar de todo luchan por mantener sus costumbres y expresiones.
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