Miles de personas sufren directamente las afectaciones por el fuego iniciado la víspera en el barrio de Santa Cruz, según reconoció Alejandro Ramos, un portavoz del departamento de bomberos de Manila.
El hecho de que la mayor parte de las viviendas fueran de madera propició una rápida propagación del incendio y dificultó su exterminio, explicó el funcionario al canal de televisión ABS-CBN.
Un incidente similar aconteció en esta misma ciudad hace menos de una semana y el balance final arrojó que más de ocho mil personas quedaron sin hogar.
Manila exhibe zonas densamente pobladas, por lo que muchos de sus barrios se caracterizan por el apiñamiento de moradas y la precariedad.
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