La cifra de terroristas abatidos en el amplio ataque lanzado en el oeste de Alepo sumó más de 75 de nacionalidad siria, mientras al menos 30 extranjeros, incluidos turcos, uzbecos y uigures, fueron eliminados y unos 100 resultaron heridos.
Entre las bajas figuran líderes como Abu Hassan Al-Maarra, responsable de seguridad del grupo Hayet Tahrir Cham, Abdul Karim Al-Qasim, líder de Suqur Al-Sham, y los comandantes de la brigada «Tormenta del Norte» y del Movimiento Nour Eddin Al-Zenki.
Fuentes militares indicaron que el ejército sirio tuvo, ante el repentino ataque y el intenso fuego, que evacuar algunas de sus posiciones y retirarse hacia zonas donde se puede fortificar mejor.
Algunos medios cifraron en unos 30 los muertos del cuerpo castrense sirio durante sus operaciones de repeler esta feroz ofensiva.
En el sur de Idlib, los irregulares abrieron otro frente desde las localidades de Nairab y Sarmin hacia el municipio de Saraqueb, ubicado en la estratégica y vital carretera internacional entre Alepo y Damasco.
La víspera, los uniformados de la División 25 de Guardia Republicana y de otras formaciones militares libraron enfrentamientos con cientos de terroristas suicidas en el oeste de la provincia de Alepo, a unos 400 kilómetros al norte de esta capital.
Las unidades castrenses emplearon artillería pesada y lanzacohetes para golpear las líneas de suministro de los terroristas, mientras la aviación rusa participó en las operaciones de rechazar a los irregulares atacantes.
Las ofensivas de los terroristas fueron simultáneas con las agresiones israelíes contra posiciones militares y cruces fronterizos en esta nación árabe.
Las Fuerzas Armadas Sirias, con el apoyo de sus aliados de Rusia e Irán, liberaron más del 80 por ciento del territorio nacional de los terroristas, mientras quedan algunos reductos en la vasta región desértica de Al-Badieh y en la provincia septentrional de Idlib.
jf/fm