En el comienzo del debate de la iniciativa, la fuerza integrante del bloque de la izquierda Nuevo Frente Popular y el oficialismo intercambiaron acusaciones de bloquear las discusiones sobre la norma, particularmente cuestionada al aumentar la edad de retiro de 62 a 64 años y las cotizaciones.
La reforma de la jubilación fue aprobada en marzo de 2023 mediante el polémico artículo 49.3 de la Constitución, que permite adoptar leyes sin el voto parlamentario, lo que atizó las críticas al gobierno, en medio de un amplio movimiento de protestas liderado por los principales sindicatos del país.
Según analistas, la propuesta de derogación promovida por LFI tiene posibilidades de éxito en la Asamblea Nacional, para lo cual necesitará el acompañamiento de las otras fuerzas de la izquierda (socialistas, ecologistas y comunistas) y del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, también crítico de la norma.
Por su parte, el oficialismo y los conservadores, que integran el actual gobierno, se oponen al proyecto y aseguran que su adopción generaría caos financiero.
El intento de los insumisos de derogar la reforma de la jubilación se produce en un contexto tenso, por los debates en torno al presupuesto del Estado y las elevadas posibilidades de que el primer ministro Michel Barnier y su gabinete enfrenten una moción de censura que los haga caer.
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