Mientras el 10 por ciento mejor renumerado recibe casi el 38 por ciento del total, aunque la desigualdad disminuyó en cerca de dos tercios de los países a partir del 2000, indicó este jueves la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
De acuerdo con la investigación, la inequidad salarial es mayor en los países de renta baja, donde cerca del 22 por ciento de los trabajadores asalariados están clasificados como mal pagados.
Entre los más vulnerables están las mujeres y los que laboran en la economía informal, lo cual “refuerza la necesidad de acciones específicas para cerrar las brechas salariales y de empleo y garantizar sueldos justos para todos”, juzgó la institución.
Además, advirtió, un tercio de los ocupados realiza su faena sin recibir salario, lo cual predomina en naciones de renta baja y media, pues la mayoría son trabajadores autónomos que solo encuentran oportunidades para ganarse la vida en la economía informal.
En opinión de la OIT, la reducción de estas manifestaciones de iniquidad requieren políticas salariales sólidas y un apoyo estructural al crecimiento equitativo.
“Abordando estos retos, consideró, los países pueden realizar progresos reales hacia la reducción de las diferencias salariales y la promoción de un crecimiento económico justo y sostenible para los trabajadores de todo el mundo.”
Para encarar los problemas, el organismo recomendó fijar los sueldos mediante la negociación colectiva o de sistemas de salario mínimo acordados con la participación de gobiernos, trabajadores y empresarios.
Asimismo, solicitó adoptar un enfoque global: la fijación de salarios, aconsejó, debe tener en cuenta tanto las necesidades de los trabajadores y sus familias como los factores económicos.
A juicio de la OIT es preciso “abordar las causas profundas de los bajos salarios”, entre ellas, la informalidad, la baja productividad y la infravaloración de los empleos en sectores como la economía de los cuidados.
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