“¿Hasta qué punto debemos invadir México?”, dijo un miembro de alto rango del equipo de transición de Trump. “Esa es la pregunta”, subrayó, según un artículo publicado en la revista Rolling Stone.
Es una pregunta que antes habría parecido una locura que la élite republicana considerara, incluso durante el primer mandato de Trump, acotó.
Pero en los cuatro años transcurridos desde entonces, muchos dentro de los principales centros de poder republicanos han llegado a apoyar la idea de Trump de bombardear o atacar México, comentó el material de la revista.
Los miembros del gabinete elegidos por Trump, incluidos sus candidatos para secretario de Defensa (Pete Hegseth) y secretario de Estado (Marco Rubio), han apoyado públicamente la idea de potencialmente desplegar el ejército estadounidense en México, advirtió.
También lo ha hecho el hombre que Trump ha designado para que sea su asesor de seguridad nacional (Mike Waltz). También lo ha hecho el hombre que Trump eligió como su “zar fronterizo” (Tom Homan) para liderar sus medidas represivas contra la inmigración, detalló Rolling Stone.
Igualmente lo hicieron varios aliados de Trump en el Congreso y en los medios de comunicación, agregó.
Según la publicación, el republicano se ha promocionado de manera rutinaria (y falsa) como el candidato que pondría fin a las “guerras interminables”, ahora quiere liderar un nuevo conflicto al sur de la frontera de nuestro país, enfatizó el artículo.
Pero en este momento, en palabras de un asesor de Trump, “no está claro hasta dónde irá en este caso”.
La propia fuente alertó que: “Si las cosas no cambian, el presidente todavía cree que es necesario tomar algún tipo de acción militar contra estos asesinos”.
Otra fuente cercana a Trump describió a Rolling Stone lo que ellos llamaron una “invasión suave” de México, en la que fuerzas especiales estadounidenses –no un gran despliegue en un teatro de operaciones– serían enviadas de manera encubierta para asesinar a los líderes de los cárteles de las drogas.
De hecho, este es un plan preliminar con el que el propio Trump se mostró entusiasmado en conversaciones privadas este año, apuntó el escrito.
Las propuestas —de distintos grados de severidad violenta— incluyen ataques con drones o ataques aéreos contra la infraestructura de los cárteles o laboratorios de drogas, el envío de entrenadores y “asesores” militares a México y el despliegue de equipos de exterminio en suelo mexicano.
Además, la realización de una guerra cibernética contra los capos de la droga y sus redes, y el envío de fuerzas especiales estadounidenses para realizar una serie de redadas y secuestros de figuras notorias de los cárteles.
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