Unos ven la explotación de supuestas grandes reservas de oro como un salvavida que aporte recursos a los proyectos gubernamentales para lograr el milagro económico, mientras otros lo aprecian como un paso que dañaría de manera irreversible el ambiente, en especial las aguas y el suelo.
El reto gubernamental es avanzar en revertir la negativa a la explotación minera demostrando que las tecnologías modernas permitirán que no se dañe el ambiente y que la población no sufra sus consecuencias.
Este jueves durante una intervención en el programa de entrevistas Frente a Frente, de la Telecorporación salvadoreña, el vicepresidente Félix Ulloa, defendió la iniciativa y apuntó que el asunto se debe abordar de forma menos ideologizada.
Mientras los que se preocupan por el medio ambiente expresan su preocupación de que se revierta la prohibición de la minería metálica, la cual generaría graves daños ambientales
El debate está planteado aunque, por la mayoría que tiene en la Asamblea Legislativa el partido Nuevas Ideas, en el gobierno, solo será cuestión de tiempo eliminar la prohibición, algo que aceptaría la población si las autoridades son capaces de mostrar acciones de protección que impidan daños ambientales.
Ulloa afirmó que el tema va a estar en la agenda, lo que reafirma el interés gubernamental en avanzar para la explotación de las potenciales reservas de oro.
La publicación de Bukele sostiene que estudios del área de la reserva indican la existencia de 50 millones de onzas de oro, valoradas hoy en 131 mil 565 millones de dólares, un precio exorbitante que invita a explotar el metal.
La ley que lo restringe fue promulgada en 2017 tras cerca de 12 años de protestas y presiones de sectores ambientalistas y comunitarios.
En la actualidad, un grupo de personas de Santa Marta, en Cabañas, enfrentará un proceso judicial por su presunta participación en la muerte de una mujer en 1989 durante la guerra pero la defensa plantea que se pretende criminalizarlos por su oposición a que e reactive la minería metálica.
Investigaciones científicas demostraron que esa explotación es inviable en El Salvador por las condiciones ambientales y geológicas que posee el país, es altamente sísmico, posee alta densidad poblacional y lo más grave es que genera contaminación de los ríos, según denunció la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
El gobierno solo necesita 31 votos para cambiar la ley y tiene 57 de los 60 votos de la Asamblea Legislativa, lo que indica que la suerte está echada.
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